S: 3

—haz click en la imagen presentada arriba para retroceder.


   Lo que había parecido una desgracia para aquel chico se había transformado en una aparente bendición.

   Pasaron los años, y aquel niño perdido fue transformándose en un hombre enriquecido. En el súbdito favorito de su Rey. Pues fue entrenado fuertemente, causando su don retoñara como flor de loto.

   Los dones en personas por aquél y otros reinos eran muy comunes, pero contadas eran las personas que tenían dones útiles, y muchas veces tardaban décadas en presentarse. En cambio con Slag, su don se fue presentando progresivamente entre cada entrenamiento, y muy útil resultó ser.

   El chico tenía una fuerza abrumante, tal que podía aplastar cráneos y detener afiladas espadas con sus propias manos. Su fuerza le convirtió en alguien de suma importancia en la armada, y ante su avaricia, el ya no tan chico aprovechó aquella influencia que tenía ante su Rey para así convertirse en uno de los soldados con mayor rango en aquél lugar.

   El rey… le comenzó a estimar demasiado, al punto de decir en ocasiones le quería como al hijo que nunca había tenido. Pero aún y con esto siembre le mantuvo muuy en claro sus límites.

   El que le estimara tanto causó se rumorearan muchas cosas. La más resonante, era el que una boda entre manos planeaba el Rey Artecus para con Slag y su preciada hija. Pero la oscura realidad iba muuy apartada de aquellos rumores.

   Aunque le quisiera como hijo, nada quitaría las impurezas que cargaba en su sangre. Le quería… pero como soldado, y para añadir Slag no era ningún caballero del año. Se había convertido en un mujeriego y charlatán. Su egocentrismo era más que evidente, y al Rey le gustaba, pero no como para tenerlo de yerno.


MDCCLXXXVI D.E.

   —¿Me llamó su majestad?— dice mientras entra a una gran sala de comedor en la cuál se encontraba el Rey quien sentado le esperaba.

   —Así es. Toma asiento por favor.

   —Claro.— Camina hacia la silla más cercana a su Rey y toma asiento —¿Ocurre algo?

   —No. Sólo quería felicitarte, por el gran desempeño que has tenido en las batallas junto al reino de Islen y sus demás aliados. Su rey me ha hablado más que bien del desempeño que tuviste en batalla.

   —Oh. Je bueno. Ya conoces como somos mi equipo y yo.— dice algo presumido —La verdad creo se sorprendieron más por el hecho del que aún y no teniendo la energía de “sus diosas” pudimos sobrevivir y vencer. ¿Puedo?— señalando levemente una bandeja surtida de jugosas carnes rojas cosidas a su punto.

   —Claro. Todo esto es para ti y tu equipo.

   —Oh vaya.— va tomando de las carnes —Que detalle. Muchas gracias. ¿Ya les llamó?

   —Sí. Pero primero quería hablar contigo.

   —Aww. Ya que no coman, que se fastidien. Comamos nosotros y hablemos.

   —Je, si te escuchasen.

   —Ya saben como soy.— toma un buen bocado Mm- Entoonces, hablaste con el Rey. Parece la alianza va bien.

   —Sí. Va muy bien. Percifles está obteniendo mucho poder y eso nos está beneficiando mucho.

   —… ¿Sabes? Sé le conoces desde hace ya mucho y todo pero… debes cuidarte del que no te traicione luego.

   —Créeme lo tengo muy en cuenta.  Por eso envié a Somel y le pedí me entregara un informe de lo que vio.

   —¿Y ya lo leíste?

   —Sí, pero sabes me gusta oír varías versiones, y ponerte a escribir un informe no es una opción muy eficiente.

   —Ay no, que pereza.— Dice en tono de broma aunque muy falso no era. Vaya pereza le causaría aquello.

   —Je, tremendo flojo. ¿Entonces, qué viste?

   —… El que son un asco.— no evita reír ante eso y Artecus igual ríe levemente.

   —¿Pero por quée? Jaja. Describe.

   —Es que- Tienen guerreros buenos, pero no se comparan a nosotros. Nuestro reino tiene soldados mucho más hábiles. El problema es que los del Rey Percifles están escudados con la energía de las Edin.

   —Mh… y eso les hace no morir, ¿no?...

   —No sólo eso. Les hace sanar en minutos.

   —Que dilema…

   —Seeh… Sólo espero no se ponga estúpido y le dé con atacarnos.

   —En fin… Hay otra cosa de la cuál debía hablarte.

   —¿Sí? Dígame.

   —He escuchado algunos rumores… Sobre el que me traigo una boda entre manos y todo eso.

   Aquello sorprende a Slag. Sí había escuchado sobre aquellos rumores, pero al ser la mayoría amigos de él no le había notificado al Rey y mas bien les había ignorado o hasta advertido dejaran tales comentarios. Ahora Artecus parecía saberlo, y… no iba a arriesgar su cuello mintiéndole. —(Les dije se callarán- Ahj) Vaya rumores tan pesados.

   —¿Los llegaste a escuchar?

   Deja lo que hacía para ya mirarle atento ante eso. Ya sabía lo que intentaba. Buscaba probarle. Siempre lo hacía, por eso nunca le mentía. —Sí.

   —¿Entonces por qué nunca me dijiste?— Dice no muy feliz.

   Suspira algo vencido ante aquella pregunta. No quería delatar a quienes le comentaron aquellos rumores, pero había jurado lealtad a su Rey. —Les advertí dejaran esos rumores-

   —Oh, pues al parecer eso no fue suficiente.— Solo guarda silencio ante aquella respuesta. —Sí te aprecio. Eres un gran guerrero. Alguien que ha demostrado dar todo por su Rey, y por ello yo he buscado darte todo lo que mereces. Eso incluye a decenas de doncellas, pero no te hace merecedor de mi hija.

   —Y lo sé. Si fuese así al menos le hubiese visto alguna vez, pero reconozco tal privilegio solo es merecido por Nobles que pasen su aprobación. Conozco mis limites.

   —Siempre es bueno mantenerlo en claro, Slag.— Se va poniendo de pie. —Por favor, disfruta del banquete que te ha sido servido a ti y a tu equipo. No tardará en llegar el resto junto a músicos y doncellas a su servicio.— Comienza a retirarse.

   —... ¿Qué harás con los responsables?

   Abre la puerta y se detiene al escuchar tal pregunta. —Serán castigados por tales rumores.— Se retira de aquella sala y cerrando tras de él la gran puerta.

   Siempre se lo mantuvo en claro. Y él siempre le aseguró conocer sus límites.


MDCCLXXXVII D.E.

   Pasó el tiempo y el reino cada vez andaba con mayor estabilidad. Casi cada noche se podían dar el lujo de festejar, pues aquella era tierra de abundancia, y añadiendo las valoradas alianzas que tenían… era fácil para los ricos vivir una vida repleta de excesos. Y como sabrán… Slag era uno de ellos. Iba a cuánta fiesta alcanzara a ir, siempre saliendo en compañía de distintas chicas en cada fiesta. Pero solo era cuestión de tiempo el que esa costumbre se volvería una navaja de doble filo.

   —Hasta que al fin llegas guapo.— Dice uno de sus amigos en forma de broma al ver llegar a Slag a aquella fiesta.

   —Je, cállate idiota. Vine en cuánto pude. Artecus no me dijo habría fiesta hoy acá.

   —Es porque ni él se la esperaba.— Dice el otro mientras aparece de la nada y apoya un brazo en el hombro de Slag. —Apúrense y entren que hay comida por doquier y mujeres que están mm~

   Le mira entre fastidiado y medio asqueado del que solo piense en mujeres. —Solo piensas en muje-

   —No digas más. ¿Dónde están?— apoya una mano tras la espalda del que se apoyaba en él y lo hace caminar para que le presentase tales delicias.

   —Us- Ahj.— Va tras ellos.


    Aquello sí que era una fiesta, y Slag no tarda en llamar la atención al entrar en ésta. Todos le reconocían y era muy bienvenido. No tardó en captar la atención de unas chicas pero para su desgracia sus amigos le jalaron a la barra, excusándose con el —Oh no, aún no nos vas a abandonar.

   —Aahj, que pesados.

   —Nono, pesados nada. Te quedas con nosotros un rato. ¿Qué tomarás?

   —Una limonada estará bien.

   —Aaah, no seas aguadooo. Bebe algo de alcohol hoooy.

   —Oh, saben ya no bebo alcohol.

   —Por hoooy.

   —Nooop.

   —Aish.— Dicen desilusionados.

   En eso unos sujetos se acercan a la barra conversando entre ellos. —Llegaste a saber lo que está ocurriendo en los reinos de Edin e Islen?— Los tres no evitan prestar algo de atención a aquella plática de forma discreta.

   —Oh sí. Por eso mi energía nunca se la confiaría a una bruja.

   —Ella no es una brujaa, creo.

   —Es algo peor. Hija de inmortales, el último vestigio de los Dioses.

   —Hasta poético te quedó pendejo.— ríen aquel grupo de amigos ante el comentario, exceptuando al poeta.

   Slag aprovecha sus amigos andan de metiches —(Es mi oportunidad)— Se zafa. —Bye~

  —¿¡!? ¡Oye!- Aish— ya se había escabullido entre las personas y la verdad le daba pereza alcanzarle.

   —Bueno. Quedamos solo nosotros y yo sí bebo.— dice algo pícaro mientras el otro sólo le mira no muy convencido de la idea.

   Por mientras, Slag va directo a donde había notado las chicas buscaban de su atención, pero al llegar nota estás ya han buscado la atención de otros hombres. —(Rayos. Que mala suerte.)— Se dirige a una mesa la cuál estaba repleta de cócteles con distintas frutas. Se sirve dos y comienza a mirar a su alrededor, buscando que chica podría gustar de su compañía. —… (Mh…)— Toma un poco de su cóctel y entre miradas consigue captar cierto movimiento en una alejada esquina de aquel lugar. Entre las columnas un fino celaje que le cautivó parecía andar tímida. No resistió el acercarse. Quería saber de quién se trataba.

   Fue sigiloso, pero de un momento a otro la persona que se escabullía entre las columnas comenzó a retirarse. —(¿Me habrá visto?)— Pensó Slag, pero aún así continúo tras su rastro. —(¿A dónde fue-)

   —¿Por qué me está siguiendo?— dijo una femenina voz tras de él.

   —… (Je, vaya.)— Voltea y le mira. Su rostro estaba cubierto por un velo verde esmeralda y sus ropas cubrían su cuerpo, pero aún con esto le constaba era una mujer bastante elegante. —Solo le vi tan apartada que decidí acercarme un poco para ver si requeria mi ayuda.— Dice mientras le extiende su copa con cóctel. —¿Gusta?— 

   —— Duda.

   —¿No le agradó la fiesta?— Se acerca un poco a ella mientras le extiende un poco más la bebida.

   —(m…) Sí.— Toma aquella copa que le era ofrecida. —Pero no se supone ande por aquí a estas horas.

   —¿Por? No tiene nada de malo. ... A no ser seas menor de edad.— 

   Rie ella un poco. —no, no soy menor.—  Dice mientras mira aquella copa que le había sido entregada.

   —(Perfecto) Bueno... En ese caso está en todo su derecho, y si alguien dice lo contrario, me avisa.

   —Je. ¿Les "pegaras" o algo así?— Dice bromeante.

   —Oh, je. Tal vez. Muuy probablemente. Al menos si está conmigo y se acercan tenga por seguro hago lo que sea para que no se la lleven.

   Ante aquel comentario la chica le mira con una leve sonrisa y éste al notarlo igual sonríe levemente para luego ofrecerle una mano. —Entonces... ¿Qué dices? ¿Vienes y dejas te proteja?

   La mujer mira su mano extendida y le toma pocos segundos decidir. Le parecía apuesto, le gustaba, y estaba decidida a pasarla bien esa noche. Toma su mano sin pensar en mayores consecuencias y vá con él. 

   Bailan, hablan y beben. Una cosa va llevando a la otra, y aquella noche ambos termina acostados en la misma cama. 

    
—haz click en la imagen presentada arriba para continuar con la lectura.



1 comentario:

  1. Yo Adivina quien llego a comentar BD acompañada de mi Smoke X3
    Smoke: -_- *con una cara de "tenía que ser yo"*
    Yo: el capi :o pues vaya...
    Smoke: a mi no me cae bien-
    Yo: de todos modos comentas sin tomar en cuenta eso! D:
    Smoke: -_-U#
    Yo: oh bueno, realmente Slag sí que tiene eso de la fuerza muy marcado XD igual lo sabía y luego eso de que se la pasa de loquillo con cualquier bonita cara que vea pues eso igual lo sabía juas juas XDDU
    Smoke: No parece ser mal rey el tal Artecus.
    Yo: ya sé uwu me va gustando... pero vaya gustos se agarra para sus hijos no-hijos jaja XD pero pues bueno XD cada quien sus gustos.
    Smoke: aunque sea de esos reyes que quiera que su hija se despose con otro noble.
    Yo: bueno, te salvaste que los Diarlond sean así u3u pero pues sí es algo importante para los reyes el que tengan decendencia pura u3u
    Smoke: supongo. Depende del reino.
    Yo: y luego hablando de los Edin B000
    Smoke: -_-
    Yo: bien interesante eso también :o y pues no, no son brujas ene/ voy a traer a Deo a defender- ok no jajaja XD pero pues interesante todo eso :o
    Smoke: hm... el tener tan protegida a la hija del rey hace que esta tenga mucha curiosidad y le sea inevitable desobedecer a su padre.
    Yo: :oo se enamoro de la hija del rey D: lo unico que tenía prohibido XDU ay Slag...
    Smoke: bueno, todavía no sabe que es la hija del rey.
    Yo: XD ya veremos cuando se entera y que pasa jaja, no creo que le de mucha gracia a su suegrito- digo, el rey Artecus XD
    Smoke: que le corte la cabeza.
    Yo: ayy XD que crueel. Es decir, Slag le ha servido muchos años de una forma muy leal, pero pues su hija es su adorada hija XDU creo que eso es suficiente para olvidar todo eso... o no... quién sabe.
    Smoke: yo digo que sí.
    Yo: tal vez tenga lo bueno y noble de Tom uwu
    Smoke: lo dudo.
    Yo: ya sé, ese Tom hasta se pasa de bueno XDU
    Smoke: -_-U
    Yo: pero yaya X3U en serio todo interesante :o ya quiero saber que pasa.

    ResponderBorrar

Pueden comentar acá arriba que les pareció la history y compartir si les encantó~

Si quieres compartir ésta historia compartan este link:
https://moriha-unmundodividido.blogspot.com/2018/12/ayuda_30.html?m=1

Así quién sea nuevo pasará por la esperiencia de andar navegando por los enlaces ocultos y todo eso <3

Hos quiero.
Nye~